“Los hombres ven la belleza donde sea que puedan conseguirla. Pero ese es el encanto de la Princesa Luz Roja. Como cualquier buena puta, ella es quien tú quieras que sea.”
James Bodden, The Red Light Princess
Barrio rojo. Tal vez, el barrio más famoso del mundo. Un rincón de sexo, pasión y secretos ubicado en el corazón de Amsterdam y una de las principales atracciones turísticas de los Países Bajos. Pero, ¿cuáles fueron sus comienzos?
Barrio rojo. Se dice que este término comenzó en los primeros tiempos del ferrocarriles. Las escalas generalmente eran muy largas y la mayoría de los equipos de trenes tenían que pasar muchos días en la «línea» alejados de sus hogares.
Los miembros de la tripulación colocaron sus linternas rojas en un gancho junto a la puerta donde estaban en un momento determinado (generalmente en un bar o donde estaban ubicadas una o más prostitutas) para que pudieran ser encontradas cuando el tren estaba listo para «rodar»; y así, esa es la razón por la cual estas áreas de consumo de alcohol y sexo llegaron a ser conocidas como «distritos de luz roja».
Había tres tipos de prostitutas: las Hurdy Gurdy Girls; Crib Girls y las cortesanas. Las Hurdy Gurdy Girls trabajaban en salones de baile para una señora. Las Crib Girls trabajaban en la «línea», generalmente una fila de chozas llamadas «cunas», en propiedad o manejadas por una señora. Las cortesanas trabajaban estrictamente por su cuenta en un lugar que era calificado como lujoso o reducido a nada más que una «choza cruda».
Muchas de las chicas eran temporales en los primeros tiempos, sus lugares de operaciones eran de simplicidad espartana: una cama, una silla, una estufa, una cómoda, tal vez una mesa, y poco más. (Del Virginia City Times Bonanza, 1860’s – 1870’s.)
La prostitución en los Países Bajos data del siglo XIII, aunque fue en el siglo XVI (cuando las autoridades comenzaron a ver la prostitución como un mal necesario para evitar problemas con los marineros que llegaban a la ciudad en busca de mujeres al llegar al puerto próspero de Amsterdam) cuando el distrito adquirió su fama.
Pero no fue hasta un siglo después que comenzaron a aparecer las ofertas de sexo en las famosas ventanas, las ventanas de las casas de prostitutas.
Más tarde, durante las Guerras Napoleónicas, esta actividad comenzó a controlarse para evitar la propagación de enfermedades de transmisión sexual, y hacia 1911 se convirtió en una actividad regulada.
Hoy el Barrio Rojo es mucho más que un símbolo.
“A veces ni siquiera tienes que tener relaciones sexuales, y para ese tipo de enfermedad, cobras el doble”
Sara Sheridan, The Pleassure Express
“Llama a las cosas por su nombre. Pero siempre debes referirte a una puta como una dama.”
Patrick Rothfuss, The Name of the Wind
Nuestras modelos lucen los sugestivos aretes y collares de LaCuerba.
Para más información sobre el Barrio Rojo, puedes visitar la Página Oficial de Amsterdam.